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¿Qué es la Ozonoterapia Dental?
Cada vez está más desarrollada en medicina y en odontología, ya que sus propiedades biológicas y su farmacología son bien conocidas y se han publicado en revistas especializadas.
Como texto de referencia en medicina podemos acceder, desde la página de la Sociedad Española de Ozonoterapia (SEOT), al escrito «Revisión WFOT sobre ozonoterapia basada en evidencias«.
Más específico para odontólogos, tenemos el libro “Advances of Ozone Therapy in Medicine and Dentistry”, de la Dra. Silvia Menéndez y el Dr. Mark Weiser.
El ozono médico es muy inestable químicamente y no es posible almacenarlo ni conservarlo, por lo que ha de ser producido en la clínica justo antes de ser aplicado.
Se sintetiza a partir de oxigeno medicinal (no del oxígeno del aire), lo que resulta fundamental para garantizar su eficacia y seguridad en determinadas aplicaciones.
Los efectos germicidas, reparadores, reoxigenantes, antioxidantes e inmunomoduladores del ozono médico justifican, siempre como tratamiento coadyuvante, el interés creciente entre los profesionales sanitarios, incluidos los dentistas.
Puede o no combinarse con los tratamientos convencionales, ya que no interfiere con éstos.
En general, los niveles de evidencia científica son limitados y se necesita investigar más, pero la buena tolerabilidad de la ozonoterapia anima a aplicarla cada vez más como coadyuvante en enfermedades del sistema estomatognático (boca y estructuras relacionadas).
Aplicaciones de la ozonoterapia en odontología
Entre las aplicaciones de la ozonoterapia dental están:
Esta es una enfermedad inflamatoria crónica sin solución, que afecta a las encías y al hueso que las sostiene.
Se rompe el equilibrio óptimo entre el sistema de defensas, el sistema antioxidante de cada persona, y las bacterias que habitan en la cavidad oral (biofilm).
Esto mantiene un estado de inflamación permanente.
Las moléculas inflamatorias que se generan pueden pasar a la sangre y afectar a cualquier órgano (como el corazón), o desestabilizar enfermedades generales como la diabetes.
El tratamiento clásico se basa en la retirada de la placa bacteriana y el control de la inflamación con limpiezas profesionales, y a veces quirúrgicamente.
Esto se complementará con antibióticos y técnicas de higiene personalizadas.
El ozono médico es muy eficaz en el tratamiento de la enfermedad periodontal, evitando cirugías y alargando las expectativas de vida de los dientes naturales con protocolos sencillos, seguros, eficaces y muy poco invasivos.
Se trata de lo que comúnmente conocemos como empastes y reconstrucciones de coronas naturales que se han afectado por caries y/o fracturas.
A la hora de empastar, un lecho de esmalte o dentina esterilizado al máximo favorecerá el éxito de la adhesión y disminuirá la sensibilidad postoperatoria.
El poder germicida del ozono médico favorece la detención de la lesión por caries y la remineralización del tejido dentario, disminuyendo la sensibilidad y posibilitando con mayor garantía la práctica de una odontología “ultraconservadora” en casos de caries extensas y profundas, de raíces o en niños.
En caso de fracturas parciales, sin que la pulpa del diente quede expuesta, el ozono ayudará a que las superficies fracturadas estén en las mejores condiciones antes de ser reparadas.
Si hay exposición pulpar, el efecto germicida y regenerativo esterilizarían y estimularían la pulpa dañada.
Si lo que tenemos es una luxación o un arrancamiento dentario sin fractura (avulsión), el ozono puede favorecer que el diente móvil o reimplantado se fijen nuevamente a su base ósea.
Esta aplicación se ha ensayado con éxito en varios estudios clínicos.
Por su naturaleza gaseosa, la difusión del ozono médico dentro del canal radicular favorecería la esterilización del sistema de conductos y la reparación periapical.
Su eficacia es similar a la del hipoclorito sódico sin afectar a la función fibroblástica, aunque ambas técnicas se pueden ir combinando en el mismo acto quirúrgico.
Gracias a la capacidad estimuladora tisular los postoperatorios menos dolorosos, con menos índices de fracaso.
En caso de que las infecciones severas acaben drenando hacia la boca (fistulización), el conducto de supuración (fístula) puede ser tratado con ozono, limitando la lesión y el dolor antes de determinar un tratamiento más definitivo.
Generalmente, tras varias aplicaciones disminuyen la inflamación y la supuración, favoreciendo una cirugía periapical más limpia y con más garantías de éxito.
Podemos emplear la capacidad analgésica y germicida del ozono para disminuir la sensibilidad que puede quedar en los dientes tallados tras exponer los tubulillos dentinarios.
Nuestra experiencia es positiva antes de los procesos de adhesión o cementado de coronas, carillas o incrustaciones.
Nos resulta muy útil en el mantenimiento de la salud de las prótesis sobre implantes, así como en la prevención de complicaciones.
Varios investigadores han estudiado la seguridad de la técnica, que es una buena alternativa en casos de inflamaciones e infecciones periimplantarias (periimplantitis y mucositis).
Nuestra experiencia es que es una buena opción para tratar de evitar cirugías más invasivas y recambios protéticos.
El ozono médico es una herramienta eficaz para favorecer la esterilización, la vascularización y la curación de lechos quirúrgicos.
También se ha empleado con éxito en el tratamiento de la osteonecrosis de maxilares.
Como tratamiento complementario lo usamos en caso de infecciones orales de cualquier tipo, pues mejorará la vascularidad y la inmunidad local en lesiones virales, áreas de gingivoestomatitis, úlceras, etc.
Lo empleamos para el tratamiento de la artritis temporomandibular y del dolor muscular.
Nos permite evitar corticoides y regenerar la función y la elasticidad muscular oxigenando el músculo y liberando tensiones.
También puede ayudar en el dolor neuropático (daño nervioso) por favorecer la remielinización.
El ozono es un potente agente blanqueante, y se han descrito protocolos, pero nosotros lo usamos como complemento a las técnicas habituales para evitar reacciones de hipersensibilidad.
Existen dos tipos principales de generadores de ozono:
Para salud ambiental, higiene alimentaria, procesos industriales o medio ambiente. Se utilizan en aire o bien en agua para la eliminación de bacterias, hongos y virus.
Los generadores de ozono médico se utilizan para producir la mezcla de ozono – oxígeno a las concentraciones exactas que la ozonoterapia necesita.
Entre los tratamientos médicos más habituales de los aparatos generadores de ozono médico se encuentran las úlceras de pie diabético, hernias discales, fibromialgias, tratamientos estéticos y antienvejecimiento. así como dentales.
Nosotros preferimos hacer ozonoterapia odontológica con aplicaciones de ozono médico, que es aquel que se obtiene a partir de oxígeno medicinal.
La farmacología, biodisponibilidad, tolerabilidad y seguridad del ozono médico se han publicado en revistas médicas especializadas.
Entre los generadores de ozono médico existen aparatos específicos como el ozonete dental.
El Ozonette Dental es un dispositivo que produce ozono médico para el dentista, lo que supone la posibilidad de infiltrar con seguridad sobre tejidos sanos y patológicos, lechos quirúrgicos y lesiones.
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